La actual normativa de eliminación de cadáveres de ganado en las zonas agrestes junto al desconocimiento real de las poblaciones de Buitre leonado así como distintos aspectos de fenología, ha hecho que la especie estos últimos años vuelva a cobrar especial interés.
Puesto que los censos en colonias de cría se han venido realizando aproximadamente cada diez años, ante posible problema de alimentación de carroñeros defendido por determinados grupos de expertos, algunas administraciones han tomado las riendas y parece ser que están llevando a cabo seguimientos de colonias de cría más periódicos.
El marcaje de buitres supone el asumir determinados riesgos que en otro tipo de anillamientos no se presentan, hay que recordar que se trabaja en condiciones extremas de peligrosidad y que siempre hay algún "chalado" dispuesto a colocarse un arnés y tirarse por donde sea, luego vienen los accidentes (como el ocurrido en una zona de Cádiz) y hay que movilizar un dispositivo de rescate de la ostia.
Quiero agradecer la inestimable ayuda de Gonzalito y de J. Salvador González en las tareas de marcaje así como los comentarios de G. Doval.
La imagen:Mejor ni hablar, porque correrían ríos de tinta...hay más buitres sin alas que buitres con alas.
